ROMA.- La policía italiana sigue una "pista anarquista", tras los paquetes bomba en Roma contra las embajadas de Suiza y Chile que dejaron un saldo de dos heridos y llevó a la policía a ordenar inspecciones en todas las sedes diplomáticas de la capital italiana. "Estamos siguiendo la pista anarquista insurreccional", afirmó el ministro del Interior, Roberto Maroni, quien recordó que episodios análogos ocurrieron en Grecia en noviembre pasado.
Anoche, un grupo anarquista, la Federación Anarquista Informal (FAI), reivindicó el envío de los paquetes bomba. "Hemos decidido hacernos oír, con palabras y con hechos. Destruyamos este sistema de dominación. Viva la FAI, viva la anarquía. Federación Anarquista Informal, célula revolucionaria Lambros Fountas", dice un breve mensaje encontrado en una caja cerca de uno de los heridos y recogido por la policía, indicaron medios de prensa italianos.
El grupo extremista griego "Conspiración de células de fuego" reivindicó en noviembre pasado el envío de más de una docena de paquetes bomba, que contenían libros o informes vacíos llenos de pólvora, a jefes de gobierno europeos o a embajadas extranjeras. "Lo que ocurrió en nuestra embajada es un acto de terrorismo absolutamente irracional y brutal", declaró por su parte el embajador de Chile, Oscar Godoy.
"No logramos explicarnos porqué hemos sido atacados de este modo", agregó. El diplomático precisó que "el paquete estaba dirigido a la oficina cultural y fue abierto por el funcionario que quedó herido al abrirlo. Su vida no está en peligro aunque se veía sangre por todos lados", dijo.
El Gobierno chileno informó del ataque y subrayó que desconoce de dónde proviene ni cuáles fueron sus causas.
La justicia italiana abrió una investigación judicial por "terrorismo".
Una persona resultó gravemente herida en las manos como consecuencia de la explosión hacia el mediodía del paquete bomba enviado a la sede diplomática de Suiza. Se trata de un funcionario de la embajada, de 53 años, quien se encuentra internado en al Hospital Umberto I. La segunda explosión tuvo lugar dos horas después en la embajada de Chile, a pocos kilómetros de distancia, donde resultó herido levemente el chileno César Mella.
Tras los estallidos, la alarma se extendió a todas las sedes diplomáticas en Roma y se dispusieron inspecciones en todas las representaciones de la capital.
Un paquete sospechoso fue hallado también en la embajada de Ucrania, que luego se reveló una falsa alarma.
"Se trata de un hecho grave, una amenaza grave a las sedes diplomáticas", admitió el canciller italiano Franco Frattini.
El canciller exhortó a los diplomáticos italianos en todo el mundo a "mantener la cautela" y aseguró que es "prematuro" indicar los posibles autores.
En las primeras horas de la mañana, hubo dos falsas alarmas de bomba transmitidas por medio de llamadas telefónicas anónimas contra oficinas de la alcaldía romana, entre ellas una contra una sede electoral en donde se encontraban 400 personas. El alcalde de la capital, Gianni Alemanno, descartó por su parte que las falsas alarmas estén relacionadas con los paquetes bomba. "Se trata de una ola terrorista contra embajadas, algo más preocupante que un solo atentado", declaró.
Un paquete bomba había sido descubierto el martes en un vagón del metro de Roma por un empleado de la empresa de transporte público Atac, que lo entregó a las fuerzas del orden para ser desactivado y analizado. El paquete bomba contenía cemento y no pólvora, según establecieron luego los expertos. Las explosiones llegan en un momento de tensión en Italia, que quedó de manifiesto cuando una protesta estudiantil en contra del Gobierno terminó en los peores incidentes de violencia en muchos años. (AFP-Reuter)